Cólicos del lactante

¿Qué diferencia hay entre gases y cólicos del lactante?

En bebés, los gases y los cólicos del lactante también son problemas digestivos distintos que pueden causar malestar abdominal, pero tienen diferencias en sus síntomas y causas.

Los gases en bebés se refieren a la acumulación de aire en el sistema digestivo del bebé. Esto puede ocurrir cuando el bebé ingiere aire al mamar del pecho o del biberón, o durante la succión del chupete. Los gases también pueden ser producidos por la digestión de ciertos alimentos en el intestino del bebé. Los síntomas de gases en bebés pueden incluir hinchazón abdominal, llanto inconsolable, muecas de dolor y dificultad para dormir o descansar. Los bebés pueden sentirse incómodos y agitados debido a la presencia de gases, y pueden expulsarlos mediante eructos o flatulencias para aliviar el malestar.

Por otro lado, los cólicos en bebés se refieren a episodios de llanto intenso y prolongado, generalmente en bebés menores de tres meses de edad. Estos episodios suelen ocurrir al final de la tarde o durante la noche. Los bebés que tienen cólicos pueden presentar un llanto inconsolable que parece no tener una causa aparente. Aunque la causa exacta de los cólicos del lactante en bebés no está clara, se cree que pueden estar relacionados con el sistema digestivo inmaduro del bebé, la sensibilidad a ciertos alimentos o la dificultad para expulsar gases. Los cólicos en bebés suelen desaparecer por sí solos alrededor de los tres o cuatro meses de edad.

¿Cómo aliviar el cólico del lactante?

El cólico del lactante puede ser una experiencia difícil tanto para el bebé como para los padres. Aunque no existe una solución única para todos los casos, hay varias estrategias que pueden ayudar a aliviar el malestar y calmar al bebé durante los episodios de cólico. Algunas sugerencias para aliviar el cólico del lactante son:

Cambiar la posición

Sostener al bebé en diferentes posiciones, como acunarlo en brazos, colocarlo boca abajo sobre el regazo o cargarlo en posición vertical, puede ayudar a liberar el gas atrapado y aliviar la incomodidad.

Masajes suaves

Realizar masajes suaves en el abdomen del bebé en sentido de las agujas del reloj puede ayudar a estimular el sistema digestivo y aliviar los cólicos del lactante.

Los masajes suaves calman los cólicos del lactante al liberar gases, estimular el sistema digestivo y brindar relajación y bienestar. También fortalecen el vínculo con los padres y reducen el llanto. Es importante hacerlos de manera suave

Movimiento y balanceo

Mecer al bebé suavemente en un columpio o en brazos y caminar con él puede calmarlo y reducir la intensidad del cólico. El movimiento y el balanceo son técnicas efectivas para calmar los cólicos del lactante debido a que imitan el ambiente uterino, estimulan el sistema vestibular, reducen el estrés y pueden ayudar a expulsar gases. Además, proporcionan un momento de conexión entre los padres y el bebé. Cada bebé es único, por lo que es importante probar diferentes estrategias para aliviar los cólicos

Baños tibios

Es importante tener en cuenta que los baños tibios son una de las muchas estrategias que se pueden utilizar para calmar a un bebé con cólicos. Cada bebé es diferente, por lo que es posible que algunos respondan mejor que otros a esta técnica. Si el bebé sigue mostrando signos de malestar o los cólicos del lactante persisten, es importante consultar al pediatra para obtener orientación y asegurarse de que no haya una causa subyacente que requiera tratamiento específico.

Chupete

Ofrecer un chupete al bebé puede ayudar a calmarlo y reducir el llanto.

El chupete puede aliviar los cólicos del lactante al proporcionarles succión reconfortante, liberar gases, ofrecer estímulo sensorial y romper el ciclo de llanto. Es importante ofrecer el chupete adecuadamente y respetar las preferencias del bebé

Ruido blanco

Es importante utilizar el ruido blanco con precaución y en niveles adecuados para evitar daños auditivos. Se pueden utilizar dispositivos específicos de ruido blanco, aplicaciones o incluso aparatos que imiten sonidos suaves como el de un ventilador o una radio sin sintonizar. Siempre es recomendable supervisar al bebé mientras se utiliza el ruido blanco y asegurarse de que esté cómodo y seguro. Si los cólicos persisten o el bebé muestra signos de malestar, es fundamental consultar al pediatra para descartar otras causas y recibir orientación adecuada.

Ambiente tranquilo

Mantener un ambiente tranquilo y relajado puede ayudar a reducir la estimulación y la irritabilidad del bebé. Los lugares tranquilos ayudan a aliviar los cólicos de los bebés reduciendo el estrés, la estimulación, favoreciendo la relajación y mejorando el sueño. Además, permiten una mayor atención y consuelo por parte de los padres, brindando al bebé un ambiente sereno y seguro. 

Consultar al pediatra

Si los episodios de cólico son persistentes o preocupantes, es importante consultar al pediatra para descartar otras posibles causas y recibir orientación adecuada.

¿Cómo saber si mi bebé tiene cólicos del lactante o reflujo?

Diferenciar entre cólicos y reflujo en un bebé puede ser un desafío, ya que algunos de los síntomas pueden superponerse. Sin embargo, hay algunas características distintivas que pueden ayudarte a identificar si tu bebé tiene cólicos o reflujo:

Cólicos del lactante:

  • Llanto intenso e inconsolable: Los bebés con cólicos pueden llorar durante largos períodos de tiempo, generalmente en la tarde o noche, sin que parezca haber una causa específica.
  • Distensión abdominal: Puedes notar que el abdomen del bebé está hinchado o duro debido a la acumulación de gases.
  • Expulsión de gases: Durante los episodios de cólico, el bebé puede liberar gases mediante eructos o flatulencias, lo que puede aliviar temporalmente el malestar.
  • Patrón de sueño afectado: Los bebés con cólicos pueden tener dificultades para conciliar el sueño o mantenerse dormidos debido al malestar abdominal.

Reflujo en bebés:

  • Regurgitación o vómitos: Los bebés con reflujo pueden experimentar regurgitación frecuente o vómitos después de alimentarse.
  • Irritabilidad después de comer: Después de las comidas, el bebé puede parecer incómodo o irritable, y es posible que se resista a comer o mame más corto de lo habitual.
  • Dificultades para dormir acostado: Los bebés con reflujo pueden tener dificultades para dormir acostados debido a la sensación de ardor o irritación en el esófago.
  • Problemas de peso: Si el reflujo es severo, puede afectar el aumento de peso del bebé, ya que puede tener dificultades para mantener las comidas debido al malestar.

Es importante recordar que ambos cólicos y reflujo son comunes en bebés y generalmente son fases temporales que se resuelven con el tiempo. Si tienes dudas sobre la salud de tu bebé o si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental consultar al pediatra para obtener una evaluación y orientación adecuada. El pediatra podrá realizar un diagnóstico preciso y brindarte las recomendaciones y el tratamiento adecuado para ayudar a tu bebé a estar más cómodo y aliviado.

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